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Arturo Mora

La promesa no cumplida de Apple

Todo sea por ganarse la preferencia del consumidor. Pero si prometes beneficios o características de manera exagerada y tu producto no cumple las expectativas, estas en serios problemas.

Dicen por ahí que “prometer no empobrece”. Cuando trabajamos con mercadotecnia, no nos podemos dar el lujo de aplicar el refrán.
Con el informado y empoderado consumidor/usuario actual puedes prometer, pero si no cumples, corres el gran riesgo de ser malherido como marca.
En el acelerado mundo de la tecnología, cada lanzamiento de un producto innovador genera expectativas desmesuradas. Sin embargo, la realidad puede no siempre estar a la altura de la fantasía que se proyecta en campañas publicitarias deslumbrantes. Y mucho menos cuando se llevan a cabo campañas preventivas intensas y con acciones de publicity constantes. Este es precisamente el caso que sucede con los visores
Apple Vision Pro, cuya reciente oleada de devoluciones ha encendido las alarmas.
La decisión de devolver un producto tan esperado como los visores puede parecer sorprendente a primera vista. ¿Cómo es posible que un dispositivo respaldado por una marca tan influyente y promovido con tanto entusiasmo pueda fallar en satisfacer a sus usuarios? La respuesta, aunque compleja, nos lleva a reflexionar sobre un principio fundamental en el mundo de la mercadotecnia: la importancia de la calidad del producto y que esta vaya acorde con las expectativas de sus usuarios, sobre todo cuando la mayoría de ellos tienen a Apple como su principal “Lovemark”.

Al mejor cazador, se le va la liebre.

El esfuerzo de mercadotecnia y publicidad detrás de los visores fue monumental. Campaña publicitaria magistral, cobertura mediática masiva y el aura de innovación que rodea a cualquier producto de Apple crearon un ímpetu de anticipación enorme. Sin embargo, este torbellino de publicidad y expectativas puede ser una espada de doble filo cuando el producto no cumple con las esperanzas generadas.

El pago de 3,500 dólares por un producto con un diseño que les pareció tosco es una de las principales razones de las devoluciones. A esto sumemos el peso del gadget, los pasos adicionales para lograr una acción, la incomodidad de uso, la decepción por la calidad de visión, baja nitidez, distorsión en la línea de visión y la falta de suficientes experiencias únicas (a pesar de que Apple creó más de 600 nuevas
aplicaciones para los Vision Pro).
Las devoluciones de los visores nos recuerdan que, en última instancia, la calidad del producto es el cimiento sobre el cual se construye cualquier estrategia de mercadotecnia exitosa.
No se trata solo de vender un producto, sino de construir relaciones a largo plazo con los clientes basadas en la confianza y la satisfacción.
En un mercado saturado de opciones y con consumidores cada vez más exigentes, la calidad del producto se convierte en el diferenciador definitivo. Aquellas empresas que comprendan esta premisa fundamental estarán mejor equipadas para prosperar en un mundo donde la promesa no es suficiente, donde la excelencia en la ejecución es lo que verdaderamente distingue y el beneficio otorgado a la gente es la estrella de la película.
Consejos básicos para cumplir lo que prometes (No del Tío Arturo. En cualquier libro de texto de Mercadotecnia los encuentras):
1. Investigación exhaustiva del mercado: Realizar una investigación detallada del mercado para comprender las necesidades, preferencias y expectativas del público objetivo. Esto ayudará a diseñar estrategias de mercadotecnia que estén alineadas con las expectativas del cliente y resalten las características y beneficios reales del producto o servicio.
2. Enfoque en la propuesta de valor: Centrarse en comunicar claramente la propuesta de valor del producto o servicio, es decir, lo que lo hace único y valioso para los clientes. Esto puede incluir características específicas, beneficios tangibles e intangibles, y cómo el producto o servicio resuelve los problemas o necesidades del cliente de manera efectiva.
3. Transparencia y honestidad: Ser transparente y honesto en todas las comunicaciones de mercadotecnia. Evitar exageraciones o promesas poco realistas que puedan generar expectativas poco realistas en el público objetivo y llevar a la decepción si el producto o servicio no cumple con lo anunciado.
4. Demostraciones y muestras: Ofrecer demostraciones o muestras gratuitas del producto o servicio cuando sea posible. Esto permite a los clientes potenciales experimentar directamente lo que se ofrece y evaluar su calidad antes de tomar una decisión de compra.
5. Garantías y políticas de devolución: Ofrecer garantías sólidas y políticas de devolución flexibles que brinden tranquilidad a los clientes en caso de que el producto o servicio no cumpla con sus expectativas. Esto puede reducir el riesgo percibido asociado con la compra y aumentar la disposición de los clientes a probar el producto o servicio.
6. Evaluación continua y ajustes: Monitorear de cerca la respuesta del mercado a las estrategias de mercadotecnia y realizar ajustes según sea necesario. Esto puede incluir cambios en el mensaje, los canales de distribución o las tácticas promocionales para mejorar la alineación con la calidad del producto o servicio y las expectativas del cliente.

«Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado».

Gothold Ephraim Lessing

 

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