Con motivo del “Día del Presidente” en los Estados Unidos de América, los académicos Brandon Rottinghaus, quien representa a la Universidad de Houston y Justin S. Vaughn, de la Universidad de Carolina, elaboraron un proyecto denominado la Grandeza Presidencial, en la que ciento cincuenta y cuatro historiadores y académicos seleccionaron a los mejores presidentes de la historia americana eligiendo a quien haya realizado un trabajo notable y que tenga la admiración de su pueblo en un ejercicio muy revelador que se presenta de manera coyuntural de cara al próximo proceso electoral del cinco de noviembre en la Unión Americana.

La mecánica para realizar la evaluación fue muy sencilla, misma que se ha venido aplicando del 2015, año en que se realizó la primera evaluación hasta la fecha. Los encuestados deben calificar del 0 al 100, es decir, del fracaso a la grandeza.

El presidente más consistente en el citado estudio, ha sido su número dieciséis, el mismo que abolió la esclavitud en los EUA y que forma parte del famoso Monte Rushmore de Dakota del Sur, nos referimos a Abraham Lincoln, quien desde 1861, sigue influyendo en la vida cotidiana de los americanos y que vuelve a ocupar el primer lugar.

¿Qué es lo que provoca en la mente del ciudadano elector elegir a un expresidente por encima de todos los demás?

Hemos sostenido como tesis dentro de la comunicación política, que existen gobernantes que desarrollaron un oficio político cargado de gran sensibilidad, narrativa cercana y con el firme propósito de servir a su comunidad anteponiendo los intereses generales a los suyos. Por la otra banda, circulan los que ven con la obtención del poder, la oportunidad de provocar un cambio en la sociedad, más esa ruta es solo la personal atropellando así el bien común.

Este pensamiento de alguna u otra manera es percibido por el gran elector que tiende a calificar el desempeño de cada uno de los que juraron defender su Constitución y servir a su pueblo sin distingo alguno.

Sin duda, la encuesta a la que citamos en el análisis de esta semana y avalada por la sección de presidentes y política ejecutiva de la Asociación Americana de Ciencia Política, toma como base para la calificación la tesis expresada.

Veamos a los primeros siete de la lista y juzgue usted. Se evaluaron 45 presidentes.

1. Abraham Lincoln con el 95.03
2. Franklin D. Roosevelt, 90.83
3. George Washington, 90.32
4. Theodore Roosevelt, 77.58
5. Thomas Jefferson, 77.53
6. Harry S. Truman, 75.34
7. Barack Obama 73.8

Los primeros seis expresidentes desarrollaron su trabajo muchos años atrás en la vida democrática de los Estados Unidos, pero el número siete, el primer presidente afroamericano de su historia, irrumpe con fuerza en esa posición y hay pocos que se pueden apuntar para debatir su calificación ganada a pulso.

Lo revelante del estudio es que Joe Biden ocupa el casillero número 14, y Donald Trump va al fondo de la lista con apenas una calificación del 10,92 y por detrás de James Buchanan con 16,71.

De modo que si la elección dependiera solo de los historiadores y politólogos, Biden sería reelecto y Trump perdería irremediablemente.

La buena calificación para el actual ocupante del Salón Oval se fundamenta en la buena gestión de la pandemia del covid, la obra pública de gran calado y por su participación en el conflicto en Ucrania.

Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.