En los últimos años, hemos sido testigos de una tendencia en constante crecimiento en el mercado de termos, destacando especialmente la prominencia de la marca Stanley. Este fenómeno ha dejado una huella significativa en las preferencias del consumidor, redefiniendo la manera en que las personas eligen estos implementos y que ahora ha dado un giro, gracias a historias donde se señala como algunos dueños de los termos Stanley estarían cobrando 2 mil 500 pesos por selfies con el vaso, lo que ha escalado como una tendencia.
No es secreto para nadie que Stanley es una marca que ha ganado fama en los últimos meses, aunque esta compañía existe desde hace 100 años. Ante eso, se reporta que en 2018, las ventas de termos de la marca Stanley experimentaron un impresionante aumento del 225 por ciento en unidades en comparación con el año anterior.
Por lo que este crecimiento continuó en 2019, elevándose un 41 por ciento en unidades a pesar de la crisis del consumo que afectaba al país.
El negocio con los termos Stanley
Los temores de perderse la moda despiadada de Stanley ahora se pueden calmar, bueno, por una pequeña tarifa gracias a la idea de algunos emprendedores.
“No todos podemos permitirnos un termo de 300 dólares, así que ¿por qué no conseguir lo mejor que hay: una foto?”. escribió un vendedor ambulante de fotografías anónimo en las redes sociales, según una nueva publicación viral de Reddit.
“¡Sí! Una foto de este impresionante vaso con envío gratuito. Esta es sólo una foto de la taza en papel de impresora de 11×8. No te arrepentirás de haber comprado una foto de una belleza como ésta”, continúa el vendedor ambulante. “Si hay algún problema con su compra, comuníquese con nosotros. No hay reembolsos posteriores a la compra”, se lee en la descripción de la publicación.
Asimismo, esta tendencia se ha visto también en TikTok, donde un clip con más de 2,8 millones de visitas mostraba un trato de selfie de la Copa Stanley a través de una mujer de Canadá, que pedía 5 dólares a cambio de sesiones de fotos con su portátil rosa.
Ante eso, para salvar las apariencias las personas que no pueden gastar ese tipo de dinero en algo para llevar están comprando fotografías para participar de su popularidad.
Several people have paid over 150$ for a picture of a Stanley cup
byu/Temporary-Ebb594 inBehindTheClosetDoor
“Aquí no hay FOMO”, escribió un hombre llamado Austin, propietario de una copa Stanley de Sandy, Utah, en una publicación de Facebook que ofrecía sesiones fotográficas con sus bellezas.
@e4stsidem4rios Late stage capitalism L #stanleycup #starbucks #consumerism #drunkelephant #sephora ♬ original sound – Neat
“‘Selfie con Stanley’ es algo así como selfies con Santa”, anunció. “$20 por la taza rosa. 10$ por la taza blanca… No te sientas excluido, ven a tomarte una selfie para tus redes sociales y siéntete parte de la acción”.
Un boletín separado de Natalia García, de Baytown, Texas, dice: “Vendiendo selfies con una auténtica taza rosa de Starbucks Stanley. Si no pudiste comprar uno, ahora tienes la oportunidad de tomar algunas fotografías geniales por solo $10. ¡Encuéntralo en Baytown!”
Estas publicaciones han llamado la atención, donde las ventas instantáneas del codiciado termo se han convertido recientemente en furor entre los creadores de gustos de la Generación Z en línea.
De hecho, los lanzamientos de edición limitada de la taza imprescindible han enloquecido a la gente en las tiendas minoristas de todo el mundo.
Y se vio en videos virales donde los consumidores con puños trataron de escoger uno de estos términos en Target en Goodyear, Arizona, cuando la marca Stanley presentó su colección Galentine a finales de año. La elegante línea de bebidas presentaba la taza en colores festivos del Día de San Valentín, como Cosmo Pink y Target Red.
Y mientras que el recipiente viral se vendía entre 35 y 45 dólares, los revendedores de StockX y Mercari vendían el artículo “It” por hasta 999,99 dólares.
Pero también esta el lado de mamás como Dayna Motycka, de Ohio, que compartió que se burlaban de su hija de 9 años por no tener una marca Stanley. Cuando la joven llegó a la escuela con una imitación de Walmart de 9,98 dólares.
En resumen, la tendencia al alza de los termos Stanley no solo es un reflejo de la excelencia en la fabricación y el diseño, sino también de un cambio cultural hacia la sostenibilidad y la preferencia por productos duraderos. Esta evolución en las elecciones del consumidor destaca la importancia de la calidad y la responsabilidad ambiental en la toma de decisiones de compra, marcando un hito en la industria de los termos.